Ácaros en conejos (parte I): pelo



Los conejos pueden ser infestados por diferentes clases de ácaros. Los más comunes son los ácaros Cheyletiella parasitovorax y el Leporacarus gibbus. Estos parásitos se encuentran en todo el mundo y afectan mayormente a los conejos, pero también a gatos y perros.

Los parásitos Cheyletiella viven en una relación cercana con la capa de queratina de la piel, pero no se introducen en ella. Existen tres tipos de Cheyletiella, a saber: yasguri, blakei y parasitovorax. Se encuentran típicamente en perros, gatos y conejos, respectivamente. Aunque cada uno es especifico para cada especie, todos tienen el potencial de transmitirse a otro huésped.

Se sospecha que los ácaros pueden estar presentes asintomáticamente (sin síntomas) en pequeñas cantidades en conejos saludables. El desarrollo de un huevo a un ácaro adulto toma lugar en el mismo conejo huésped. La hembra coloca los huevos y los pega en el pelo a 3mm o 4mm por encima de la piel. El ciclo de vida toma alrededor de 5 semanas bajo circunstancias óptimas. 

El Cheyletiella parasitovorax tiene potencial zoonótico, lo que significa que puede transmitirse al humano y causar dermatitis. Sin embargo, se consideran transitorios, ya que no pueden completar su ciclo de vida en humanos.   


© Akira Yamanouchi

Izquierda: Cheyletiella parasitovorax | Derecha: huevo pegado a un pelo 

  
Síntomas

Este tipo de ácaros viven en el pelo y se alimentan de la capa de queratina de la piel. Aunque no es fácil de determinar, es más común encontrar al Cheyletiella parasitovorax en la espalda y el cuello del conejo y al Leporacarus gibbus en el abdomen y espalda. 

Debido a la enzima digestiva que excretan los ácaros, visualmente puedes notar: 

  • Caspa crónica
  • Comezón - el conejito se rasca compulsivamente la nuca y la espalda 
  • Irritación 
  • Costras 
  • Pérdida de pelo
  • Leve enrojecimiento de la piel
  • Pelo grasoso
  • Áreas sin pelo en la cabeza, hombros o espalda
  • Reacción hipersensible

© Michel Gruaz

Estado inicial de cheyleiteiollosis: alopecia en la nuca acompañada de caspa

© Ils Vanderstaey

Conejo belier infestado de ácaros del pelo: V característica en la espalda

Transmisión

El contacto directo con un animal afectado es la forma más común de contraer ácaros. Debido a que los ácaros pueden sobrevivir en el ambiente sin un huésped por unos días o incluso semanas, también pueden pegarse al entrar en contacto con el hábitat, los juguetes, los instrumentos de aseo (peinilla, cortaúñas) u otros objetos que hayan tenido contacto directo con los ácaros. 

Diagnóstico

El diagnostico puede ser complicado y la examinación visual no siempre es suficiente para confirmar la presencia de ácaros. Los métodos de detección incluyen: cinta, raspado de piel (superficial si se sospecha de ácaros de pelo, profunda si se sospecha de ácaros  que se introducen en la piel - sarna) o aspirado. Las muestras del raspado y el aspirado se examinan en el microscopio. Hay grandes posibilidades de ver un ácaro, larvas o huevos en este tipo de muestras. También se puede tomar una muestra de pelo. Si no hay presencia de ácaros, se revisan otras partes del cuerpo. 

© Bruno Feirreira

Es relativamente fácil detectar la presencia de parásitos de la piel o sus excrementos en el pelo blanco. Aquí el pelaje de un conejo blanco infestado con Cheyletiella parasitovorax.
© Michel Gruaz

Pelaje de un conejo con caspa, una buena indicación de infestación de ácaros del pelo.

Tratamiento

Los ácaros se transmiten por contacto directo con el huésped, su hábitat, su pelo o deshechos. Por lo tanto, es importante limpiar y tratar el entorno donde se encuentra el conejo, a la vez que sigues el tratamiento del veterinario. Además, se sugiere tratar a los demás animales que han entrado en contacto con el conejito afectado, aún si no muestran señales de infestación. 

Las pipetas o sprays para ácaros las debe formular un veterinario especializado en conejos. Ten en cuenta que los tratamientos para gatos o perros, como los productos de Frontline, están prohibidos para conejos, ya que tiene graves efectos secundarios: depresión, anorexia, convulsiones y muerte.

No uses polvo o champú anti-pulgas, así el producto indique que es seguro para conejos, sin antes consultar con un veterinario. 

Evita bañar a tu conejito, ya que esto le causa estrés y puede ocasionarle serios problemas de salud. 

Aparte del tratamiento que te de el veterinario, sugerimos que lo peines con una peinilla para pulgas. No solo es un complemento al tratamiento principal, sino que es reconfortante para el conejito tanto física como psicológicamente (puedes adquirirla aquí).

Es muy importante, además, limpiar a profundidad los lugares donde se la pasa tu conejito, la jaula o cuarto, el piso, etc. Si hay tapetes, usa la aspiradora y un spray para ácaros. No se recomienda que la laves o utilices vapor, ya que los residuos de humedad pueden empeorar el problema. Cuando limpies, aleja a tu conejito para que no entre en contacto con los productos de limpieza, ya que estos pueden afectar sus vías respiratorias o ponerlo en peligro por entrar en contacto con ellos.

Recuerda que se debe tener un gran cuidado con esto, ya que, obviamente, los químicos son dañinos para los conejos. 

Finalmente, insistimos en que no trates de curar a tu conejito con remedios caseros o inicies un tratamiento sin el aval de un veterinario especializado. Solo él puede proporcionarte un tratamiento seguro para mejorar la condición de tu conejo. 

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Referencias


- MediRabbit
- Zooh Corner
- Rutgers

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